Alfonsín acepta adelantar la interna
Dijo que no tendría problemas en que se definiera en marzo el candidato presidencial; Cobos se resiste.
La Nación – Es un hecho. La muerte de Néstor Kirchner cambió el escenario electoral también para la UCR. Después de cuatro meses de debates y discusiones, el precandidato presidencial Ricardo Alfonsín aceptó el pedido de su partido y de varios de sus dirigentes para adelantar las elecciones internas del radicalismo para marzo o abril.
"Yo hago lo que decida el comité nacional. Si la UCR cree que es conveniente adelantar las internas, estoy dispuesto a aceptarlo, pero no soy el único que tiene que opinar", confirmó ayer Alfonsín a La Nacion.
Se refería a su rival, el vicepresidente Julio Cobos, el otro precandidato del partido. Alfonsín aceptó adelantar las internas partidarias previstas por ley para agosto con una condición: que Cobos también lo acepte y que haya consenso en el partido sobre el tema.
El sí ya lo había dado a 11.000 kilómetros de distancia, en París, durante la asamblea de la Internacional Socialista, adonde viajó acompañado por el presidente de la UCR, Ernesto Sanz, y el ex gobernador chaqueño Angel Rozas, los encargados de convencerlo.
"Para esa fecha necesitamos tener la fórmula, las alianzas y la plataforma cerrada, para llegar bien a octubre", fue el argumento de Sanz, según contaron testigos de las conversaciones parisinas.
Alfonsín ya había visto un escenario diferente. La hipótesis radical de elecciones presidenciales con tres candidatos fuertes (un kirchnerista, un peronista disidente y un radical) estalló en pedazos cuando el Peronismo Federal se disgregó, después de la muerte de Kirchner.
Hasta ese momento, el principal argumento de Alfonsín era que si la UCR adelantaba su interna, en agosto ningún radical iría a votar, y en ese escenario los dos peronismos polarizarían la elección. "Pero ahora el PJ disidente se diluye, la interna que fijó el Gobierno ya no le sirve a nadie", explicó un vocero habitual del diputado bonaerense.
Con ese mar de fondo, los alfonsinistas (muy seguros de su triunfo sobre Cobos) ven la conveniencia de encarar la campaña y las giras internacionales ya como candidato firme y no precandidato.
A Alfonsín la idea le cierra siempre y cuando tenga consenso. "Yo no quiero problemas con Julio [Cobos], si él no acepta no se puede hacer", pidió en París.
En ese punto el tema está verde. El vicepresidente está en México, participando del Foro Interparlamentario de las Américas (FIPA), y Sanz intentará convencerlo cuando vuelva. Para acercar posiciones, todos aceptaron que voten afiliados radicales y ciudadanos independientes, un pedido inclaudicable del cobismo.
Pero eso no va a alcanzar para convencer a los aliados del vicepresidente. "No pueden diseñar un esquema que favorezca al más votado dentro del partido, porque corre el riesgo de perder la elección general", dijo a La Nacion el jefe de la bancada de Diputados radicales, Oscar Aguad.
Más duro, el intendente de Junín, Mario Meoni, mano derecha del vicepresidente, desafió a sus correligionarios a que recurran a la Justicia para suspender las elecciones internas, abiertas y simultáneas que la ley fijó para el 14 de agosto.
"Cobos ya dijo que no va a tomar una decisión hasta marzo. El partido debería fortalecer a los dos candidatos en vez de jugar activamente en favor de uno", reprochó Meoni.
